28 abr 2008

Back to DC...oh man qué pueblecito tan encantador...
Lo mejor de esto a parte del Smithsonian y eso, es Five Guys, que son hamburguesas baratas, enormes, ricas y con las patatas fritas de verdad...ah! y free refill (qué es uno de los mayores inventos de está community).
Dada nuestra patética situación económica, estiramos la hora del almuerzo hasta la tarde, nos metemos unos Five Guys enormes (joder qué mal suena esto) y se aguanta bien hasta la noche. Por otro lado están los golpes de suerte de Diego que son las típicas cosas que a mí no me pasarían jamás tipo encontrarme un montón de cajas de donuts precintadas en la puerta. Pues vale.
En Gelman Library con Usayd y el señorito tras un estúpido periplo por todas las posibilidades de espacios habilitados para la permanencia con los útiles estudiantiles.

24 abr 2008

y ahora qué?

coño! joder!

NC

Yo tenía un texto escrito para hoy, pero ya no vale nada.
No pensé que iba a oír esto jamás, no pensé que se me iba a caer un árbol tan alto jamás. Pensaba que era imposible, que jamás por ninguna cosa bajaría el listón que puso ante mí del mundo. Pero mira. Jamás, jamás, jamás...
Estoy triste, pero a la vez me hace ver el mundo de forma menos ingenua, y es una pena, porque así se van yendo las esperanzas de que las cosas en la vida puedan ser realmente como yo pensaba que podían.
Intento salirme de eso, verlo de fuera, desde el tiempo, con distancia. No me apetece hablarlo, pero a la misma vez sería un alivio…pero y la vergüenza ajena que siento ahora qué? Ajena y mía propia, porque es de ahí de donde vengo, pero espero que no sea eso lo que soy.
Es una sensación ambigua como si no quisiera haberme enterado y poder seguir como siempre, hablar normal y pensar que no es como todos, que joder, yo quiero ser así. Pero al mismo tiempo me alegro de saberlo porque esto no hace más que ponerme sobresobreaviso.
Ahora la admiro a ella más, ahora quisiera ser como ella, tener esa capacidad de luchar y decir: si venís contra mí todos yo voy contra todos. Estar por encima, vivir arriba. Dio la lección, pero siempre le va a pesar el libro.
Cuando lo oía no la veía a ella, me veía a mí, mirando con los ojos vacíos, buscando no buscar, intentado hacer esa bolita de papel pequeñita y que no se abriera…joder es tanta la humillación. Son tantas las preguntas y la sobra de respuestas, es tan malo el ojo que mira, tan triste la pena por no poder volver al punto de partida… No la podría querer más de lo que la quiero ahora mismo.
Estoy escribiendo esto y solo me viene “echo de menos, echo de menos” solo eso, nada detrás, y sé al intentar buscar otras que lo que echo de menos es lo que había hace unas horas. En este momento no hay seguridad, ahora me duele una frase que hasta hace un rato me había resonado en la cabeza durante años dándome esperanzas.
Sé que ella ahora está intentando dormir, apretando la bolita para que no se abra. Espero poder admirarla, que no me falle, que le pueda abrazar, que la haya matado de verdad como ella dice, que esté bajo tierra escondida en una mierda de rincón, con el resto de gente de sucia y vacía que hace eso, a la que el daño no le importa, que el juego le puede más que la honra y el respeto
Ella de este escrito dará una buena explicación, yo buscaré una verosímil. Pero es lo justo, es lo mínimo, porque hay veces que por encima de todo, la gente tiene que asumir su sitio, la verdad es la única cura que puede hacer que las cosas vuelvan a la normalidad.
A veces el silencio tendría que ser a voces.

22 abr 2008

9.366 puntos


Te llevo dentro como las encías…
¿Cuántas cosas lleváis dentro vosotros?
Yo por llevar ya llevo hasta el bus que me lleva de DC a NY (y viceversa). Llevo dentro los colores que veo todos los días, las sonrisas y las malas leches que mamaron.
Me ha dado tiempo a darle tantas vueltas a la cabeza que al final me he quedado dormida. El traqueteo y el mal tiempo atolondran y se vienen grandes (y no tan grandes) ideas, la buena música acompaña y hubiera preferido dar vueltas a Manhattan hasta que se hiciera de día antes de bajarme y hacer el camino a casa.
Eso también lo llevo dentro.
Mis malas cuentas, y mi carencia de recordatorio de mi aniversario como persona, hacen que me cabree conmigo misma mucho más y que me entre la penilla por retrasada. Pero si en ese momento frío como un bloque de hielo, ante la pantalla de ordenador, viendo el resumen de números no hubieras estado a mi lado, hubiera sido mucho peor.
Si, mis rarezas y mi extraña personalidad de hundirme con la misma facilidad que salgo a flote si encuentro la más mínima señal de ayuda, también los llevo dentro.
Me he encontrado en medio (nunca mejor dicho) de conversaciones de lo más extrañas pero divertidas, opino más para dentro que para afuera y lo que me dejo por decir lo suelto aquí o en algún otro escrito. No puedo plasmaros en este blog las conversaciones, porque invadiría la privacidad de otros (no la mía, yo de eso gasto poco, ya se encarga todo Dios de contarla), lo siento.
Ah, para los de las dudas: los visitantes son ratones. Yo no los he visto, Todd tampoco, pero sabemos (más bien lo sabe él que yo) que nos rodean. He pensado varias veces estos días en mi puerta del cuarto cerrada a cal y canto y la espantosa posibilidad de que se asomaran por ahí. A pesar de que son pequeños, no son ratas y no hacen nada, sinceramente me sobran en mi vida de todas todas. La cuestión es que en los bajos de este edificio están de obras (los chinos estos) y suben cuando remueven abajo- cuenta mi compañero de piso con toda la naturalidad del mundo hasta que mi expresión de “cállate por favor” le interrumpe. A veces le intento hacer bromas, pero analiza todo tan seriamente que al explicarlo pierde toda la gracia, aunque resulta entrañable.
Vuelvo en el metro este y de nuevo por el medio de la calle con el paso apretado, de un fin de semana que parece sacado de hace tiempo, sol y lluvia, voley, bolos (I’m back!), comida con lo que se puede y el resto alcohol, y queridosdas: sabe más rico así; en la cama o en el suelo, en platos distintos y con lo que habitaba en la nevera que no era mucho, alcohol de manera controlada pero de risas, mucho baile (gracias!), y buena música. Oh baby, no pido más. Y no, no me agobio, y para mí la ducha no es solo el sitio donde me quito los dibujos y frases del cuerpo, si no donde me río y lucho por un poco de agua en el pelo. No en la cara, gracias.
Ah! Por cierto, a youtube también lo llevo dentro.
Más cosas (lo damos, lo damos, lo regalamos, o como decía mi traductor hoy de lo que uno gritaba en Chinatown “1 por 5, 2 por 8, estoy que lo tiro”…no me preguntéis cómo se supone que lo dijo en inglés, esas dudas al interprete): Comienzo a sentir preocupante interés por un deporte que hace años que no le presto atención, aunque tuve mi momento de énfasis, todo hay que decirlo. Yessirrrrr… el baloncesto vuelve a mi vida, no se…tenéis que venir y verlo aquí con una enciclopedia al lado, como lo hago yo, o en el estadio!
Verlo sin más no es lo mismo, pero verlo entendiéndolo es otro tema. A parte de que se me asimila en muchas cosas a un baile, una coreografía perfecta, movimientos que me gustaría copiar al milímetro, lo mejor que tiene para mí, es el factor sorpresa. Es tan breve que la intensidad crece, y con ella el juego, impredecible, al menos para mí. Me encanta la posibilidad de que la cosa dé la vuelta, y que en segundos todo cambie dando esperanzas por un lado y ganas de lucha por el otro. Sí, creo que eso es lo mejor de este deporte.

18 abr 2008

Ponte tus zapatos de tacón y taconea!

Y venga a encontrar cosas...
Yo pienso (here is my point) que si uno quiere hacer las cosas bien, las tiene que hacer bien desde el principio, si vas a coger un folio nuevo para escribir derecho y limpio el texto, que no haya nada escrito por la otra cara.
Yo me entiendo.
Por cierto, tengo visitantes en casa...arg...

Aquí estoy porque he venido

Reinventarse o morir. Esa es la cuestión.
Hoy no es que haya sido el día perfecto, tu sabes…pero con 2 cojones.
Me levante cantando y seguí cantando, en el metro, en la calle, hasta la puerta del trabajo, no hombre! Sabrosura!
Digamos que me pincharon la fiesta…no debería de hablar de esto aquí, pero a grandes rasgos me negué a comerme una bronca que no me merecía y dije lo que tenía que haber dicho antes. Salí por la puerta y seguí cantando a Celia Cruz a voces.
Y llego a casa y conecto y es lo que hay y me cabreo y me descabreo y adelante.
Busco y encuentro, y eso es lo que hay.
Espero que mañana haga tan buen tiempo como hoy, espero buenas vibraciones y mucho movimiento.
Yo le pongo sazón…zon zon, le pongo sazón…

17 abr 2008

Calorcito

Parece que últimamente me gusta escribir en los autobuses…con el día que hace me iba yo a la piscina de cabeza.
Tengo tantas ganas de verano, de olor a cloro, y a salitre, de odiar la crema que se absorbe rápido, la piel caliente y oscura, los ojos más claros, el pelo más claro, el olor a frescura.
Hace tiempo ya (como 2 años o así) que el verano tiene dos caras para mí: Madrid y el Sur.
Madrid es calor, calor en el metro, la gente relajada, no mucha.
Cervezas por la tarde en las terrazas, fiestas en los barrios, helados por la noche en chanclas entre los escaparates.
El retiro por las tardes, las risas, las fotos, la cámara que se olvida, ir a trabajar, volver de trabajar, cobrar!
Llamar y recibir mensajes, y mirar los apuntes de septiembre de reojo… “ya te llamo otro día”. Los parques por la noche, las risas, las horas, y el sudor en la cama sin hacer durante días.
El sur es la comida bien hecha, la piscina, las tardes al lado del río con la gente que más quiero. Las tapas, el shawarma y la Alhambra, el tinto de verano, el baile en el Generalife, los helados de los italianos, las pintas, la fiesta, los pisos vacíos para que vengas tu, las baldosas calientes de las escaleras de Correos donde espero, las casas de los demás, los libros, las películas, las tardes pasando de largo, mis niños ya mayores…

El sur es la alberca sin depuradora, la casa a oscuras a la hora de la siesta, las literas en las habitaciones frescas, el gazpacho, el pescado fresco, la playa, las olas, las risas, la radio y las canciones repitiéndose. Las mentiras para que vayas y lo veas, los “hippies”, las cuestas infinitas, el faro, la punta, la coca-cola, los autobuses, la fiesta por la noche, la familia, las pipas en el banco, la pelota, las palas, la tabla, las heridas, la sal, el alcohol, la goma, las ganas…

Me gusta el verano.
Este año volvemos al trabajo, y es verdad, los días libres se desean durante el resto de la semana para huir a donde se pueda. Las amarguras no son tan amargas, la buena compañía se agradece más que nunca y parece que llamar es más barato.
Hoy hacía luz de eso en el DC, luz de Junio, de fin de exámenes sin mirar actas, de vámonos a donde sea. De…”washinai, no ve que tutti esta bueni no te me engüanajes y quédate en cai”

15 abr 2008

NFT (Not For Tourists)




Se pueden tener cuatro tortugas y que una de ellas se muera y te de igual. Hay ancianos que se mueren de la pena en una gasolinera, o en un parque hasta que llegue la hora de cenar otra vez, otro día.
Hay gente que no se baja cuando la línea del metro acaba, o que bebe café en los diez minutos libres aunque no le guste el sabor.
Aquí en Nueva York, hay gente que no aguanta andar en sus propios zapatos, y lleva otros siempre encima para aligerar el dolor de no rellenarlos.
El arte no se respira en los museos ni en las galerías, y la genialidad acaba en insulto a la estética en Times Square.
Cuando se acerca el momento mi lucha se extingue, el cuerpo me pesa y caminar resulta un sinsentido que me lleva a dejarme rodar.
Aquí tienes más lugares que en Madrid para intentar volver a subir al sueño que fue, y puedes ir a comer, o a ver a Pollock, o subir a lo más alto de una torre. Pero cuando la fuerza se apaga como la luz del sol, las farolas se encienden y las luces de propaganda brillan tanto que no puedes intuir la noche pero si sentirla, entonces, entran los bichos, saltan las tortugas muertas y el anciano no deja de chillar para sentir que hay alguien.
Luego se siente que va a volver a ser de día, las voces se callan y la calma vuelve, y la ciudad te pone la cara amable y se abren las puertas gratis, y el chocolate caro se regala en la 5th avenida. Y te parece que te vas a salvar. Pero sigues sentado en la gasolinera.
Me encantaría invitar a una caña, morder el pan, oír el ruido en la calle, y el hachís en el bolsillo del de al lado. Incluso eso lo puedo hacer en NY, es cierto, esta ciudad te da tantas posibilidades que ni tu las controlas. Te ofrece y cuado eliges no la tienes ya, olvídate de tus razones, porque va tan rápido que siempre te vas a quedar atrás. Será eso lo más encantador, supongo.
Los periódicos están en las puertas de las casas en Brooklyn, metidos en plásticos azules que hacen que ni las noticias sean frescas.
En ninguna esquina hay calma, y la sombra del que viene por detrás a empujarte está a cada paso, en cada plato.
Conozco a gente aquí que ya es vieja, que vino joven, que se enamoró de las aceras, de la dulce libertad de otras décadas y no quiso seguir andando. Esta gente no sale más que para cenar, conocen mil sitios, y en todos han estado pero no vuelven. Tomarse una copa solo en el bar, no es malo, ni te señala, porque todos sabemos ahora que hacer amigos es difícil, y más aun siendo nómada.
El más cercano a mí me decía que no le queda nadie en NY, que ya no tiene amigos, que todos se han ido o se fue él. Pero todos los días sale, y vuelve a casa vacío o lleno, directo al baño. Agua fría.
Fue mi jefe, un día que se vino persiguiendo lo que no conocía, lo que más deseaba, lo único que necesitaba, el que me dijo que se había hecho viejo aquí. El adora esta ciudad, si lo piensas, tu también, pero me decía que no encontraba manera de defenderla. Con el paso del tiempo, no sabía qué decir de ella para explicar lo exuberante que es. Yo tampoco. Tenéis que venir.

9 abr 2008

Ajuste de cuentas.

Y mira sigo viva…
La única letra medio buena que se le conoce.
Desaparecí por unos días pero ya he vuelto. Sigo en DC y mañana estrenaré mi cumpleaños en el autobús de vuelta a la ciudad.
Las cosas han ido y han venido, la tranquilidad se busca y no siempre se encuentra, pero se necesita, y las ganas de estar bien y sonreír son tantas que a veces lloras. Odio el telón de fondo catastrofista que hay en algunos momentos, y me gustaría alargar todos los buenos como chicles a los que nunca se les vaya el sabor. La indiferencia me da rabia y la rabia pena, pero aquí viene lo bueno: la pena me da ganas de estar bien, y por ello vivo y me dejaré la piel si hace falta. El amor o te da vida o te da ganas de vivir. Yo no me muero porque correr no sé, pero rendirse es de cobardes.
Pero iba yo diciendo que: retomado el cariño con la Filosofía tras nuestra fuerte discusión, vuelvo a sus brazos para que me arrulle la cabecita que tengo con sus ideas de bombero.
Serán las influencias de las últimas horas?? No, no, viene de días atrás, de ganas de poesía desde que Neruda tocó a la puerta y le volví a dejar entrar. Al día siguiente tenía tantas ganas de leer algo bueno que en el autobús de venida a DC (si, el autobús tiene Internet) le pedí a todos mis contactos (viva Internet y la madre que lo parió) que me recomendaran cosas, y las tengo de todos los colores. Siento mucha necesidad de leer en mi idioma, y no por morriña, si no porque creo que se me va el tiempo y me quedan grandes cosas que leer en español que me urgen, y llevo una temporada en exceso internacional.
Asistir a una clase que otra aquí te hace acordarte de la UAM y qué quieres, te da la risa. Hoy fui a la de un profesor reconocidísimo: Nassr, que da filosofía, religión, antropología, un detodounpoco que me recordó a mi profesor Jesús Rojo (Jesús, el verdadero Jesús, el más rojo de los rojos), que nos contaba historias de mil cosas que parecían increíbles y hablaba con esa calma del que va a morir pronto. A mí me gustaba escucharle, y sus palabras me hacían pensar de vuelta de clase. Murió un día de Reyes, y aún juraría que él sabía que eso iba a pasar.
El caso es que, desde su aula de instituto público bajo la autovía, me inspira aún hoy mayor respeto que la inmensa mayoría de mis profesores, y huelga decirlo, del de la mañana de hoy.
Usayd, hablaba anoche de él (pastilla en acción) como si del mismo Alá se tratase, y eso hay que verlo, seas lo agnóstica que seas. Y allá que nos fuimos los tres, a escuchar.
Mmmm…para los que leéis esto y fuisteis conmigo a clase, recordareis seguro al Mcguiver (o como sea que se escriba) el hombre con el reloj como tu cabeza que nos metió todas las religiones a machete, de la escuela de “la letra con represión entra”. Bueno, pues este hombre ha venido a decir lo mismo pero con mucha más clase, y muchísimo más conocimiento, eso no lo niega nadie. A su favor juega su fama y ese aspecto de abuelo de anuncio de caramelos de los de antes. De ese del que puedes aprehender tanto.
Sí, un hombre persa tranquilo, cultivado, viajado, y de vuelta que sabe de lo que habla e instruye bien, pero al final mi opinión era que no educaba, si no que adoctrinaba. Es muy probable que no sea su culpa, la gente que asiste a su clase, por lo que pude analizar de un vistazo (y esta es mi opinión personal) se divide rápidamente en 2 grupos, como todas: los que van por los créditos y los que van porque literalmente le adoran.
No es como si te gusta tal profesor y te coges su optativa, no. Es que la gente va a su clase a escuchar al hombre que es amigo del Dalai Lama y ha estado con Bush.
Habla con tal seguridad que habla de la verdad y la no verdad con una tranquilidad pasmosa, que llega a convencerte. El problema, tal y como yo lo veo es que no enseña a pensar, no hay dinamismo en la clase (y no hablo de debates abiertos) porque no hay movimiento en las mentes que le escuchan. Habla de religión, Filosofía y Ciencia en términos de verdades, cuando todo lo que enseña es subjetivo, y así solo consigue que sus discípulos sean las grabadoras que ponen en su mesa al comenzar la clase. (Cierto, aquí pasan de tomar apuntes y le graban).
He tenido profesores que me han enseñado a pensar y me han enseñado libertad con sus palabras, nunca he sabido si coincidía con ellos, porque nunca han enseñado lo absoluto, ni se han posicionado totalmente. Se adaptaban al medio de lo que enseñaban, camuflándose y dejando que mi cabeza diera vueltas pensado si era ese mi lugar. Esta claro, que siempre dan una opinión, que vas a saber a quién respetan por sus referencias y la bibliografía de clase, pero eso no me ha impedido encontrar mi camino, o no asustarme al llegar a la conclusión de que no tener un camino definido no es tan mala señal.
Yo que cada día me considero más librepensadora y por lo tanto más anarquista reaccionaria contra el poder que sobre mí ejerzo, me he cagado en la madre de unos cuantos que se han puesto frente a mí en un encerado, y he aplaudido a algunos otros (o he tenido que apretar los puños para no hacerlo).
Y aquí hoy en mi blog me levanto en armas, reconozco y agradezco lo que debo y lo que soy a unos, y señalo con un dedo acusador y en llamas a los que me han quitado en menos de 50 minutos (restamos tiempo de entrada del último mono despistado, retraso del profesor, pasar lista, procesos variados con el proyector/ordenador, interrupciones de móviles, etc) las ganas de saber.

3 abr 2008

Walking around

Walking Around

Sucede que me canso de ser hombre.
Sucede que entro en las sastrerías y en los cines
marchito, impenetrable, como un cisne de fieltro
Navegando en un agua de origen y ceniza.

El olor de las peluquerías me hace llorar a gritos.
Sólo quiero un descanso de piedras o de lana,
sólo quiero no ver establecimientos ni jardines,
ni mercaderías, ni anteojos, ni ascensores.

Sucede que me canso de mis pies y mis uñas
y mi pelo y mi sombra.
Sucede que me canso de ser hombre.

Sin embargo sería delicioso
asustar a un notario con un lirio cortado
o dar muerte a una monja con un golpe de oreja.
Sería bello
ir por las calles con un cuchillo verde
y dando gritos hasta morir de frío

No quiero seguir siendo raíz en las tinieblas,
vacilante, extendido, tiritando de sueño,
hacia abajo, en las tapias mojadas de la tierra,
absorbiendo y pensando, comiendo cada día.

No quiero para mí tantas desgracias.
No quiero continuar de raíz y de tumba,
de subterráneo solo, de bodega con muertos
ateridos, muriéndome de pena.

Por eso el día lunes arde como el petróleo
cuando me ve llegar con mi cara de cárcel,
y aúlla en su transcurso como una rueda herida,
y da pasos de sangre caliente hacia la noche.

Y me empuja a ciertos rincones, a ciertas casas húmedas,
a hospitales donde los huesos salen por la ventana,
a ciertas zapaterías con olor a vinagre,
a calles espantosas como grietas.

Hay pájaros de color de azufre y horribles intestinos
colgando de las puertas de las casas que odio,
hay dentaduras olvidadas en una cafetera,
hay espejos
que debieran haber llorado de vergüenza y espanto,
hay paraguas en todas partes, y venenos, y ombligos.
Yo paseo con calma, con ojos, con zapatos,
con furia, con olvido,
paso, cruzo oficinas y tiendas de ortopedia,
y patios donde hay ropas colgadas de un alambre:
calzoncillos, toallas y camisas que lloran
lentas lágrimas sucias.


Pablo Neruda

Este poema de Neruda me vino a la cabeza leyendo el libro que os decía esta mañana. Los girasoles ciegos.
Las conclusiones a las que podéis llegar vosotros si leéis este libro, pueden ser muy distintas a las mías. Pero merecerá la pena que las tengáis.
Estas 4 historias me hacían pensar una tras otra en la desesperanza, en la muerte mientras aun respiras, y en la necesidad de vivir cuando no puedes respirar.
La vida, las situaciones, la maldad de los demás o la tuya misma, tu propio daño, pueden llevar a momentos en los que ya no desees estar muerto, si no que sientas que lo estas, que tu peso en la tierra desaparece y por lo tanto ni tu honor, ni tu nombre, ni tu cuerpo y lo que a él le ocurra te importe. Pero puede ser que lo único que te salve sea el amor que de una forma u otra sientas por alguien, que te haga levantar la cabeza, o la voz, y querer seguir, o ser lo suficientemente valiente para acabar.
La vida es para vivirla (como la propia palabra dice, obviedades las justas) y por eso, hay que atar bien los nudos, asegurar bien las anclas, para no ver la cuerda flotar un día.
Parece que la muy perra te da cosas importantes para poder agarrarte a ella, clavar los dedos, hundir los dientes y atar lo brazos.
Terminé de leer el libro y miré mis anclas, temí por lo nudos y me sumergí en mi mar. Y los vi bien atados, y apreté los que parecían flojear, y desee que no se soltaran, para poder seguir viva. Porque a mi, llamadme rara, me gusta respirar.
Yo no soy la persona más positiva, ni la más llena de esperanzas, pero puedo reconocer los peligros y agradecer las alegrías.
Han habido (y habrán) cientos de días que me cansé de ser. La vida me colgaba, y la mirada no veía.
Pero aun esos días, aunque no pueda, intento dar gracias por ser hombre, y si lo consigo, si el hastío, el cansancio y el asco no me ganan, me doy razones para seguir siendo ancla de alguien.

2 abr 2008

idas y venidas

Ayer de vuelta de DC vi a una monja en el metro.
Llevaba un hábito azul añil, y era negra. Cargaba con ella un ordenador portátil que puso a su lado al sentarse.
Yo, que ya he aprendido que no hay que sentarse junto a la puerta y menos poner tus cosas en ese lado, me sorprendí por la imprudencia, y los pensamientos volaron: "hombre, quién va a robar a una monja".."Andrea...esto es NY".
Total que se saca un rosario también azul añil, y empieza a rezar, pero parece que me oye pensar porque para, y se enlaza en el brazo la correa de la bolsa del ordenador, y continúa rezando. Bosteza y sigue, creo que para pero al final se mete en su rezo completamente. Y creo que estuvo rezando desde Broadway hasta Jay Street.
Al salir del metro olía a Almería, había ambiente en las calles mojadas. Pensé que era una suerte que no me hubiera pillado la lluvia allí. Conforme me acercaba a casa (por mitad de la calle, porque a mi no me robas otra vez, mamón) empezó a oler más y más a Caracas, de nuevo.
A los 5 minutos de llegar se desató una tormenta que parecía que se iba a cargar estas endebles casas de brooklyn, pero en algún momento paró.
Hace dias que no escribo, pero estuvimos intentando hacer cosas que nos rearcieran de la gran desilusión del viernes que podeís leer más abajo. Así que se disfrutó de brooklyn un dia y el otro se fue a la playa.
La playa, aqui viene la gracia, se llama Brighton Beach (Si, lo se, todo el mundo ha ido a Brighton en verano a estudiar inglés, pero centraros en el tema, x favor). Cuando te bajas del metro que te lleva, ves los carteles: Brighton Beach: Little Russia beside the sea.
Little??? little?? media Rusia está ahi paseando al sol, con sus gorros enormes, sus gafas gigantes, sus uñas rojas y sus abrigos con cuello de estampado animal.
La gente mayor se junta en el paseo marítimo creado en altura (se ve que la playa la rellenan, obviamente) y ahi les oyes hablando en ruso. Las tiendas están en ruso, y en la de T-mobile venden figuritas de cristal y relojes (ahi ya dije yo pero esto que es?). Pero todo le daba encanto a la cosa, y como de la playa te largas antes de que anochezca, todos contentos.
Un chocolate caliente y un pastelito, y la taza a la saca porque ellos ya tienen muchas.
Y no estaba dentro de los planes pero me fui a DC. Demasiadas cosas juntas, y muy pocas ganas de volver al eco de mi voz.
El caso es que DC yo creo que trastorna, será la calma que si te acostumbras a NY te pone de los nervios. Yo no sé qué es, pero bueno, de eso también se sale. Básicamente la cosa se redujo a bolos....bolos...y más bolos, pero tengo que decir que me estoy aficionando. Tengo que contárselo a Thais. A parte de eso, la primavera ha brotado allí y por todos lados hay bulbos en flor y cerezos comidos de pétalos blancos. El calorcito con la vista y su compañía hacen que te apetezca quedarte a ver cuando se abrirá el próximo lirio.
Y hoy pues me he despertado una hora antes de lo indicado y me he dado cuenta cuando ya me había duchado. Qué decirte...gracia, gracia no me ha hecho.
Rodeada de kleenex me despido hasta la noche, no sin antes decir que quedan 8 dias para mi cumple!

En el ipod: el ruido mañanero de carlton con myrtle. Lovely
Mode: wet hair
Al lado: Los girasoles ciegos, que me lo termino hoy seguro. Si teneis tiempo, no lo dudeis.